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Wes Gordon, de Carolina Herrera, da a conocer su visión de la moda
Pocas marcas de moda lograron ofrecer desfiles con tanto aplomo en las extrañas condiciones de la pandemia como Carolina Herrera, en donde el director artístico ha creado una nueva visión del estilo emblemático de la marca desde su llegada hace cuatro años.
De manera doblemente impresionante, Gordon, de 42 años, lo hizo después de un verano particularmente ajetreado en el que tuvo a su primer hijo. A pesar de su apretada agenda, Gordon realizó un espectáculo íntimo sensacional, organizado dentro de una mansión del Upper East Side junto a Central Park.
Nos reunimos con Wes dos días después de la Gala del Met, donde apareció como un protagonista de la Edad de Oro de Hollywood, junto a Karlie Kloss con un vestido rojo dramáticamente pecaminoso. Leylah Fernández, la reciente finalista de tenis en el US Open, llevaba otra genial creación de Gordon para Herrera, un vestido de cóctel de rayas blancas y negras.
FashionNetwork.com: ¿Cómo ha estado desde la última vez que hablamos?
Wes Gordon: Bueno, ahora tenemos un niño. Henry tiene tres meses, así que entre diseñar colecciones, organizar un espectáculo y ser padre, he estado algo ocupado.
FNW: ¿Cómo fue organizar un espectáculo durante la pandemia?
WG: Necesitábamos ser realistas. Por mucho que nos gustaría haber dejado atrás la pandemia, todavía estamos en ella. Y al final del día, Godfrey, no debería haber ningún riesgo para la salud pública. No se supone que sea algo a lo que la gente acude y se enferma o se siente preocupada e incómoda. Entonces, tomamos la decisión desde el principio de que sí, estamos emocionados de estar cada vez más cerca de la normalidad, pero no nos dejamos llevar. Limitamos nuestra audiencia a solo 100 personas, cuando antes éramos como 800. Y lo hermoso de eso es que me permitió pensar en ubicaciones que de otra manera nunca habríamos podido usar.
FNW: ¿Como la ubicación en el Upper East Side?
WG: Sí, abrió un mundo completamente nuevo. Pudimos usar espacios como esta galería de arte en lugar de solo un espacio enorme. Entonces, fue un espectáculo mucho más íntimo. También elegimos este lugar porque está dividido en cuatro salas, así que la audiencia no se sentiría apiñada y, en lugar de bancos, todos tenían sillas individuales. También exigimos la vacunación para todos los invitados y todo el equipo del desfile, sin excepciones. Cada modelo, técnico de iluminación y peluquero; todo el mundo debía estar vacunado. Además de esto, la audiencia debía usar una mascarilla y todos los que estaban detrás del escenario también. Las únicas personas sin mascarilla en el edificio, a menos que estuvieran rompiendo las reglas, eran las modelos.
FNW: ¿El último show en vivo había sido el de hace 18 meses en The Shed?
WG: Precisamente, con unas 800 personas en una gran sala. Sería muy irresponsable de nuestra parte intentar recrear eso esta temporada.
FNW: Cuando piensas en Carolina Herrera siempre piensas en mujeres impecablemente vestidas para la vida profesional, pero también para ocasiones sociales, bailes, fiestas, inauguraciones, bodas. Hemos pasado por 18 meses en los que había muy poco de eso. ¿Cómo cambió su forma de pensar sobre el diseño debido a eso?
WG: Creo que durante mi tiempo en Herrera realmente nos he visto tener una conversación con las clientas, tanto en el terreno en ferias efímeras o durante el último año y medio en Zoom. Todo esto nos ha dado la oportunidad de entender mejor qué es exactamente lo que buscan, asumiendo riesgos de diseño; tal vez haya un vestido que le hable, tal vez la próxima temporada intentamos ofrecerles una chaqueta. Y evolucionar con ellas. Entonces, el hilo conductor siempre es que la mujer de Herrera es una mujer emocionante que busca ropa emocionante y lleva una vida emocionante, quien entiende que vestirse es algo poderoso. Lo que vimos durante el confinamiento fue que ella todavía quería ponerse un vestido hermoso y sentirse increíble. Y tal vez ese vestido sea de algodón en lugar de satén duquesa, pero mi mujer Herrera nunca busca prendas básicas, aburridas y corrientes. Durante el tiempo de confinamiento absoluto, me esforcé por tomar el drama y la exuberancia de algunos de nuestros vestidos formales y de noche y convertirlos en algodón y un poco más como artículos de estilo de vida. Pero lo que realmente estamos viendo ahora es la emoción de volver a vestirnos. Lo estamos viendo con las colecciones actuales en tiendas. Y estamos viendo, creo que más que en cualquier otro momento que pueda recordar como diseñador, una verdadera pasión y emoción por vestirse y simplemente estar de regreso.
FNW: ¿Qué más tiene en proceso para la marca o los proyectos que se lanzarán en línea?
WG: Creo que uno de nuestros grandes impulsos en este momento es que estamos buscando formas en las que podamos ser lo más sostenibles posible. Entonces, cada temporada estamos haciendo grandes avances en ese frente. Y estoy muy orgulloso de asumir toda la empresa y las iniciativas que hemos tomado. También lanzamos recientemente el comercio electrónico y lo estamos impulsando a nivel local, además de lanzar la belleza, segmento en el que comenzamos el año pasado. Estamos en los primeros pasos de la distribución; empezaremos en Estados Unidos. Estoy realmente orgulloso de establecer códigos de marca claros de audacia, color, exuberancia y fabulosidad, que ahora podemos traducir en la belleza que estamos desarrollando.
FNW: Carolina Herrera forma parte del extenso imperio de la familia Puig, que abarca belleza, perfumería y moda con marcas como Jean-Paul Gaultier, Paco Rabanne y ahora Dries Van Noten. Hace cuatro años asumió el cargo de director artístico en Herrera, una de las casas más importantes de Nueva York. ¿Qué indicaciones le dio el grupo de Barcelona a su llegada?
WG: Mi relación de trabajo con Marco y Manuel Puig y todo el equipo en España ha sido simplemente maravillosa. Creo que lo que siempre he admirado de ellos es su reverencia increíblemente profunda por la Sra. Herrera y la casa que construyó. No creo que ese sea siempre el caso de las empresas matrices y las marcas en sus carteras. Y es algo realmente inspirador y contagioso; me hace muy reverente con la casa. Creo que la idea tácita es seguir llevando adelante la antorcha y conmover a nuestra audiencia, hacer que los valores y principios de la Sra. Herrera y su elegancia y su forma de ser fabulosa hablen a una nueva generación y una nueva audiencia. Sin embargo, sin comprometer ni faltar el respeto a la integridad de la casa. Creo que eso es algo que realmente respeto de los Puig.
FNW: Por último, creo que al igual que a mucha gente, que bajo su dirección la mujer Herrera es una chica poco más joven. ¿Es eso algo consciente o simplemente surge instintivamente?
WG: Sabes, soy más joven que la Sra. Herrera y como diseñador masculino mis puntos de referencia son las mujeres en mi vida, mis amigas, las mujeres con las que me relaciono y veo cómo se visten y qué buscan. Intento no pensar en la edad cuando diseño; trato de pensar más bien en el espíritu, un tipo y una energía. La mujer que busca ser inolvidable. A riesgo de sonar arrogante, es una mujer que cuando va a una fiesta no solo quiere mezclarse, ¿verdad? Ella es la que quiere que la gente hable sobre lo que lleva puesto sin importar quién sea el diseñador, y para mí eso no se trata de una región, no se trata de edad, no se trata de talla. Es una actitud y una confianza, y pienso que es mi parámetro y filtro personal, la forma en que la belleza le habla más a mis pares. Pero de lo que estoy muy orgulloso y lo que puedo asegurar ciegamente es que, desde nuestro punto de vista de venta y del de nuestras clientas, no hemos perdido a nuestras clientas de Herrera de larga data. Quienes siempre han comprado a Herrera, lo siguen haciendo. Ahora también estamos viendo nuevas mujeres que vienen a comprar con nosotros. Esa es una línea que me esfuerzo por caminar con mucho cuidado, para asegurar que haya algo para todas cuando vengan a la tienda.
FNW: Se veía muy elegante en la Gala del Met. Aunque hubo una cierta cantidad de comentarios en internet y en los principales medios de comunicación de que tal vez este evento se había vuelto un poco exagerado. ¿Qué piensa?
WG: Sí, sé que hubo algunos comentarios. Pero tengo que confesar que todo lo que podía pensar fue que después de todo este tiempo fue genial estar finalmente allí, en una noche en la que la gente se preocupaba tanto por su apariencia. ¡Y divirtiéndose mientras lo hacían! Personalmente, me lo pasé genial.
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