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Paul & Joe y Moncler Genius entre la multitud y lo sacro en la Fashion Week de Londres
Estos últimos años, los mayores desfiles de moda, físicamente, han sido los de Moncler Genius, que invitó a 10 000 personas al Olympia el lunes por la tarde. Paul & Joe, por el contrario, tuvo un momento poético en una iglesia del siglo XVIII para sólo 400 por la tarde.
Paul & Joe
Un toque de “je ne sais quoi” de Paul & Joe, en una elegante declaración de la fundadora y directora creativa de la casa, Sophie Mechaly.
Un ejemplo honesto de entente cordiale, con tweed procedente de Harris, en Escocia, y del último proveedor francés de tweed bouclé de Castres, en el suroeste de Francia.
Las chicas del casting tenían rasgos comunes y llevaban una colección presentada en el interior de St John's Smith Square, una iglesia barroca bombardeada en la Segunda Guerra Mundial, restaurada en los años sesenta y hoy conocida por albergar conciertos de música clásica. Un espectáculo respaldado por una banda de cinco músicos que interpreta una astuta mezcla de jazz de club lounge con toques de Spaghetti western.
Muchos looks entallados en corte A, mezclados con elementos de suéteres marineros. Trajes de tweed bouclé en tonos rosas con medias de estampado microfloral, vestidos de lamé estampado ceñidos a la cintura o chaquetas de terciopelo con flores de la pradera. Los looks masculinos de este desfile mixto son los que mejor combinan.
"Nada demasiado exagerado, quiero vestir a mujeres, no sólo a páginas editoriales. Es mi propio vestuario, con materiales bonitos, acabados finos y una gran mezcla de tejidos", explicó Mechaly, en una entrevista posterior al desfile, en la tribuna principal de la iglesia.
El hijo de Mechaly, Adrien, creó la ropa de caballero, ideando looks de novio francés. Trajes de esmoquin de terciopelo azul noche o trajes de pata de gallo rosa oscuro con gigantescos adornos florales de tela en las solapas.
Mechaly, que desfiló con Adrien y sus tres hijos, se llevó un prolongado aplauso.
"Quería un lugar con buena acústica, como una iglesia. Y este lugar tenía una cierta magia", sonrió Mechaly,
Moncler: El arte de Genius
Para la última edición de Genius, Moncler se trasladó al gigantesco espacio de exposiciones londinense Olympia e invitó a 10 000 personas a un concierto de Alicia Keys y a presenciar media docena de colaboraciones de artistas como Pharrell Williams y Rick Owens.
Como siempre, hubo que pelearse para entrar en los espacios de los diseñadores, con la excepción de una imponente instalación de Mercedes Benz, que era un gigantesco retablo abierto en directo. En el centro, una escultura de cinco metros de altura y dos toneladas de peso de un Mercedes-Benz Clase G plateado. Sus ruedas y bastidor principal estaban acabados en plata matelassé, como un puffer de Moncler. Por encima del coche, cinco arpías plateadas volaban sobre cuerdas metálicas ocultas, como ángeles futuristas que daban su bendición a una colaboración titulada Mercedes-Benz, The Art of Imagination (Mercedes-Benz, el arte de la imaginación).
Se trataba de la primera colaboración con una marca automovilística, y distaba mucho de la instalación adyacente de Williams. En ella se mostraba su visión del glamping, en la que un grupo de asistentes al festival, bajo un cielo psicodélico de color rojo carmesí, deambulaban por una campiña ondulada, caminando sobre hierba recién puesta y árboles extraordinariamente realistas cubiertos de musgo español.
Por su parte, Palm Angels se decantó por una fiesta de trance enloquecida, en la que los asistentes debían llevar batas de laboratorio de plástico blanco con capucha, para protegerse del mar de espuma blanca inmersiva que salía continuamente de la cabina del DJ y de las paredes.
Otras instalaciones fueron una pasarela digital con paredes de hielo de Adidas Originals, un falso estudio de grabación de Roc Nation by Jay-Z y una cabina insonorizada para dormir de Rick Owens.
Moncler Genius celebra un lustro de existencia y ya ha contado con la colaboración de Simone Rocha, Jonathan Anderson, Richard Quinn, Craig Green y Pierpaolo Piccioli de Valentino.
Moncler Genius es desordenada, ruidosa y llena de fans, pero al menos abre las puertas a una nueva generación. Normalmente, la gente nunca se acercaría a un desfile de moda real. No se trata de un exclusivo desfile de alta costura de Chanel en París, pero sí de moda democrática e integradora.
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