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Hernandez Sebastian
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4 jul. 2019
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Maison Margiela Artisanal y sus cortes nómadas elegantes

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Hernandez Sebastian
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4 jul. 2019

A juzgar por su más reciente colección, la elección de la música y de las proyecciones de luces, John Galliano pasa por una etapa de reflexión, como lo demuestra su última propuesta para Maison Margiela.


Maison Margiela Artisanal — Alta Costura — París - Photo: Maison Margiela


Los invitados que presenciaron la presentación de Maison Margiela Artisanal, la línea de alta costura de la casa vanguardista, esperaron pacientemente de pie hasta que el espectáculo comenzó, finalmente, 45 minutos más tarde de lo esperado.

En el lado opuesto, en una larga pared blanca, se proyectaron imágenes y vídeos en bucle de la forma humana desnuda, con un tamaño aumentado a varias veces el tamaño original. El ambiente sombrío dentro de la sede de la marca en la animada Rue St Maur se vio reforzado por dos clásicas melodías francesas de anhelo y arrepentimiento que sonaron antes del desfile: Ne Me Quitte Pas, de Jacques Brel y L’Aigle Noir, de Barbara.

Finalmente, el sonido fue bajando lentamente y aparecieron los modelos, en la más reciente muestra de dandismo deconstruido del diseñador británico para la marca parisina fundada por un diseñador belga.

El desfile fue un espectáculo mixto de la morfología de la moda. En cuanto a la oferta masculina, incluía túnicas y esmóquines terminados con correas de liga; suéteres de estudiante usados por modelos que parecían un Eduardo Manostijeras diplomado de Eton College, terminados con tirantes y botas de charol; y blazers de corte de plantilla con collares de crepé.


Maison Margiela Artisanal — Alta Costura — París- Photo: FashionNetwork.com


La oferta para mujer estuvo compuesta de grandes abrigos militares caqui con estética de la Primera Guerra Mundial, con los que las modelos parecían las novias de un gánster de Chicago; corsés de dominatriz cortados como en forma de flor; o un trío de crinolinas mezcladas que parecían hechas de celuloide abstracto, con estampados que combinaban con los patrones pintados a mano que llevaban las modelos en los brazos.

Las plantillas se perfilaron como un elemento ubicuo en la colección, que se pudo ver en abrigos y gabanes para hombre, y en redingotes y plumeros de piel de serpiente negros para mujer.

Galliano, como es su costumbre, no hizo la venia tras el desfile.

"La evolución de las facetas del corte nómada", tal fue la forma en que el diseñador calificó la creación de este particular espectáculo. Sin duda, fue la última destilación del elixir de moda de alto octanaje que representa Galliano en Margiela.

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