Las ventas de Salvatore Ferragamo caen en un 3,4 % en 2018

Las ventas de la firma italiana de lujo Salvatore Ferragamo, que sufre de un problema de posicionamiento de su marca, se contrajeron en un 3,4 % en 2018, después de un año 2017 difícil.

El grupo anunció este martes mediante un comunicado que su cifra de negocios bajó en un 1,7 % a tasa de cambio constante con 1350 millones de euros (unos 1540 millones de dólares), una cifra ligeramente inferior a las expectativas. Según Factset Estimates, los analistas esperaban 1360 millones de euros (unos 1550 millones de dólares).

Solo en el cuarto trimestre, las ventas se hundieron en un 3,6 %, penalizadas por la tasa de cambio, el mínimo impacto de las rebajas y la evolución negativa de las tiendas multimarca.

Asia Pacífico se mantiene como el primer mercado del grupo, con un 37,5 % de sus ventas. Estas han retrocedido un 1 % durante el año, sufriendo en el sudeste pero con una evolución positiva en China. La maison sostiene que en el cuarto trimestre las tiendas de gestión directa en China registraron un alza de sus ventas en un 7,6 %.

La baja de la cifra de negocios anual también alcanzó el 6,1 % en Europa, Oriente Medio y África, el 5,4 % en América del Norte, el 2,3 % en América del Sur y Centroamérica y el 0,4 % en Japón.

El calzado representa todavía el centro de las actividades de la firma florentina, con un 41,2 % de sus ventas. Sin embargo, éstas han disminuido en un 5,9 % mientras que la indumentaria se ha hundido del 14,9 % y los accesorios, del 8,6 %. En contraste, la marroquinería ha progresado del 1 % y los perfumes, del 5,6 %.

La firma afronta dificultades desde hace algunos años. En 2017, ella ha visto disminuir su beneficio neto en un 42,4 % y su cifra de negocios, en un 3,1 %.

Desde 2016, Salvatore Ferragamo ha lanzado una reorganización con el objetivo de cambiar de dirección. De esta forma, busca reforzar sus categorías de productos en la que es más débil al tiempo de consolidar su posición en el calzado.

En julio pasado, el grupo nombró a una nueva directora general, Micaela Le Divelec Lemmi, quien ha trabajado durante 20 años para el gigante francés Kering.

Pero este proceso de recuperación toma tiempo y el contexto actual complica la tarea, teniendo en cuenta el menor crecimiento de Europa, las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y el Brexit. En un año, la marca ha perdido un 26 % de su valor en la Bolsa de Milán.