EFE
22 ene. 2019
Lanzarote y un iPad, las armas de Julien Fournié para crear Alta Costura
EFE
22 ene. 2019
El año en el que el diseñador Julien Fournié cumple una década al frente de su firma de Alta Costura, sus raíces españolas le han ayudado a reencontrarse con la pasarela donde presenta este martes una colección que fue concebida en un iPad desde la isla canaria de Lanzarote.
"Después de la última colección, que era muy oscura, necesité un gran respiro personal; reencontrarme. En esta vida parisina donde uno solo tiene tiempo para trabajar y hablar de dinero en lugar de creación, necesitaba encontrar un destino puro", cuenta Fournié a Efe en una entrevista antes del desfile.
La respuesta llegó dentro de un catálogo de viajes en el que dio por casualidad con la isla, reserva de la Biosfera de la Unesco desde 1993.
Sus paisajes volcánicos se traducen en telas que intentan reproducir el reflejo de la luz sobre la lava, el azul se vuelve eléctrico, las flores colorean de fucsia un traje primaveral con escote "halter" y el verde de los cactus viste ahora un vestido de noche, satinado y ajustado, largo hasta los pies.
"Los pasillos de lava se convierten en un shock de colores. La sequía, el desierto... y en medio de todas esas placas de lava esos espacios de arena blanca que vienen del Sahara y que se posan en la tierra creando playas lunares. No estamos en España, ni en el continente africano, sino en otro planeta, es extremadamente inspirador", dice.
Tras tres semanas dibujando en sus playas, Fournié, cuyo abuelo materno llegó a Francia huyendo de la Guerra Civil española, había acabado prácticamente de dibujar esta colección.
Dos semanas antes del desfile de este martes en el Oratorio del Louvre, en París, el diseñador y su equipo elegían al elenco de modelos que ha de vestir los diseños: no buscaban solo una cara bonita o unas proporciones perfectas sino una actitud.
"La mujer en Fournié tiene las tres 'X': Excelencia del saber hacer, excepcionalidad, porque busca un vestido único, y especialización ('expertise', en francés) para hacer el traje que le dará armas a la mujer para tomar las riendas de su destino", describe.
Ese control de sí misma y esa persecución del destino se traduce en una mirada elevada, un paso firme y el juego con el vestido que la modelo mece de un lado a otro en la mayor parte de sus desfiles.
La teatralidad también forma parte de sus colecciones, y su público -entre el que se encuentran actrices como Audrey Fleurot o la exjequesa de Catar, Moza bin Nasser- aprecia esos gestos.
Como marca de Alta Costura (recibió en 2017 la denominación de origen que otorga únicamente la Comisión de Clasificación Costura y Creación del Ministerio francés de Industria), Fournié y su equipo están muy presentes durante la creación del vestido: la clienta explica lo que desea, subraya sus mejores cualidades y el taller responde a sus deseos adaptando las creaciones de Fournié.
Mientras los costureros dan forma a la pieza, proceso que puede durar varias semanas, la clienta puede además ahora seguir el proceso mediante una aplicación móvil.
"Todos los dibujos los hago con iPad Pro y programas de última tecnología. Aún los imprimimos pero pronto todo estará desmaterializado y habrá pantallas", cuenta delante de todos los bocetos de la colección, clavados en un corcho en la misma sala de pruebas.
En esta colección, el único estampado -un dibujo de cactus y flores geométrico- ha sido creado con esta máquina.
"En cuanto volví de Lanzarote a finales de agosto tenía la colección prácticamente dibujada. Dentro de esa atmósfera era fácil tumbarse en la playa y dibujar", explica.
Las fotografías de minerales se han traducido en bordados que parecen subir por los brazos y comerse el cuerpo; la luz natural hace más puros los blancos y las muselinas cambiantes recuerdan el movimiento del agua sobre la arena.
Tras casi veinte años de carrera en los que fue asistente de John Galliano en Dior, de Alexander McQueen y de Givenchy, Fournié trabajó como primer asistente de Jean-Paul Gaultier hasta crear su marca en 2009.
Ahora se define al fin como "couturier".
"La buena noticia es que eso lleva a que la gente te escuche, pero yo siempre he hecho lo mismo. Con la etiqueta de Alta Costura o no y con la ayuda de la tecnología o sin ella, yo siempre he trabajado de la misma manera. Quizá sea pionero en incluir las tecnologías pero es que la Alta Costura solo puede evolucionar con la innovación", defiende.
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