La industria textil china se enfrenta a la amenaza de nuevos confinamientos

Por:

Matthieu Guinebault

Traducido por
Hernandez Sebastian

Publicado el
2 sept. 2022

El martes 30 de agosto, las principales ciudades chinas introdujeron nuevas restricciones sanitarias durante varios días para luchar contra el coronavirus, como parte de la estrategia "cero covid" implementada por Pekín, que tiene como objetivo detener todos los brotes epidémicos tan pronto como aparezcan. Esto conduce a posibles suspensiones en la producción, lo que, al igual que en la primavera pasada, suscita inquietudes entre los contratistas internacionales.

Si bien las medidas de confinamiento afectaron principalmente a las pequeñas ciudades el mes pasado, una mayor intensificación o extensión de las restricciones está afectando ahora a las grandes metrópolis. Esta vez la región de Pekín no se salva, con casi cuatro millones de personas confinadas en la provincia de Hebei, que rodea la capital. La ciudad portuaria de esta última, Tianjin, impuso esta semana pruebas obligatorias de detección a 13 millones de habitantes.

Un poco más al este, en otra ciudad portuaria, Dalian, tres millones de habitantes fueron puestos en confinamiento desde el martes hasta el domingo. Las restricciones de salud están obligando al personal no esencial a trabajar desde casa y a las empresas manufactureras a reducir la cantidad de empleados en sus sitios. Aquí, nuevamente, la situación está siendo monitoreada de cerca por los importadores occidentales, aún marcados por la congestión de los puertos chinos provocada en parte por los confinamientos de la primavera pasada.

En el sur del país, Longhua, un distrito de Shenzhen con 2,5 millones de habitantes, cerró el martes varios lugares de entretenimiento y mercados mayoristas, y suspendió los grandes eventos. Una decisión que llamó la atención de los contratistas internacionales de textiles y prendas de vestir, porque la provincia de Guangdong es un pilar de la industria textil china, a través de un sector con más de 28 000 fabricantes y exportadores.

Estas nuevas restricciones teóricamente deberían terminar el sábado 3 de septiembre. Mientras tanto, los residentes deben mostrar un resultado negativo en la prueba de detección para acceder a los complejos residenciales, y los restaurantes solo pueden trabajar al 50 % de su capacidad, anunciaron las autoridades locales. Medidas similares ya se han anunciado el lunes 29 de agosto en otros tres distritos de Shenzhen que representan a más de 6 millones de habitantes.

Chengdu, una de las mayores metrópolis del centro del país, se enfrenta al confinamiento de 21,2 millones de personas. Aquí, nuevamente, Beijing está priorizando su política de “cero covid” sobre los riesgos de ralentizar la economía local, que ya había sido puesta a prueba por las restricciones sanitarias primaverales, así como por los cortes energéticos que marcaron el otoño-invierno 2021/22.

De hecho, China ha informado 1717 infecciones por coronavirus hasta el 29 de agosto, incluidos 349 casos sintomáticos y 1368 asintomáticos, según datos oficiales publicados el martes. En Hong Kong, el número de casos va en aumento y los asesores gubernamentales esperan que el número de infecciones alcance los 10 000 por día esta semana, lo que hace temer un endurecimiento de las restricciones, recientemente relajadas, en esta zona estratégica para las exportaciones por mar.


Con información de Reuters