La Sagrada Familia: la discordia y el lujo

Por:

Tamara Gonzalez Litman

Publicado el
19 feb. 2017

La Sagrada Familia es uno de los proyectos comerciales integrados más ambiciosos que se encuentran en curso en la ciudad de Cali. Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para la realización del proyecto; la fecha de apertura está aún por confirmar. 

Las posiciones encontradas entre las entidades de gobierno, la constructora y los vecinos de la ciudad han retrasado y probablemente retrasarán aún más las obras del proyecto que debió abrir sus puertas inicialmente en el 2015, luego a finales del 2016 y que se especula lo hará antes de finalizar este año. 

Hace menos de 10 días, al tiempo que los promotores anunciaban con orgullo la entrada de importantes marcas de lujo internacional al complejo, tales como Ermenegildo Zegna, Le Collezioni, Hackett, Just Cavalli y Valentino, entre otras marcas del portafolio que maneja el barranquillero Alex Zielcke, entidades de gobierno anunciaron la evidente suspensión en las obras por carencia de permisos, irregularidades en las licencias y otras inconsistencias. 

La complicada ecuación incluye el incumplimiento en la cantidad de metros cuadrados pactados, pues según el gobierno, la obra excede la licencia en más de 3.000 metros cuadrados, además de infligir en el número de pisos permitidos y otros factores directamente relacionados con la conservación del bien patrimonial, pues cabe recordar que la edificación original cuenta con más de 103 años de antigüedad y es patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad.  

La Directora de Planeación indicó a El País que “ellos empezaron a construir sin tener autorización de la autoridad competente y nosotros solo hasta el 23 de diciembre de 2016 recibimos la totalidad de la información para ser evaluada. Ellos radicaron varios documentos, pero no cumplían con los requerimientos de ley y estaban incompletos”. Aún así los promotores anuncian apertura de sus puertas para mediados del 2017.