Fila quiere subir escalones en la moda

Fila entra plenamente en la moda con un show mixto destacado en Milán. Para su debut en las pasarelas, la marca deportiva, nacida en 1911 cerca de Biella, en el Piamonte, ha dado un buen golpe con una producción y una imagen muy cuidadas en un apartamento gigante con decorados de nave espacial con alfombra blanca inmaculada y luz azul fría. Ocho siluetas blancas, muy gráficas y depuradas abrieron el desfile, recordando al tan mediático show de Louis Vuitton firmado por Virgil Abloh el junio pasado.

El nombre Fila aparecía discretamente, en relieve sobre una camiseta blanca o en micro logos en el pecho. En otras prendas o accesorios era más visible, en grandes mayúsculas, con de reconocible caligrafía azul y roja de la marca, propiedad desde 2007 del empresario surcoreano Gene Yoon, mediante la compañía Fila Korea, y administrada en licencia en Europa por Dosenbach-Ochsner.

La gama de colores después cambia a rojo con vestidos sueltos, jerseys o faldas cortas plisadas para las chicas, cubriendo los pies y las piernas con largas medias opacas en el mismo tono brillante llegando hasta los muslos, mientras que los chicos vestían con combinaciones para pilotos de automovilismo, un chándal clásico, o en versión náutica con bermudas y un anorak rojo.

La colección Fila para primavera/verano 2019 ofrece una inteligente mezcla con una alta tasa de deseabilidad de pequeñas piezas básicas y simples, que son las más buscadas, siguiendo el patrón de Lacoste, como los elegantes conjuntos a cuadros que se inspiran en atuendos célebres del campeón de tenis Björn Borg, elementos francamente deportivos, como camisetas, pantalones y joggings, asociados por ejemplo a las chaquetas tradicionales. Sin olvidar los accesorios, incluyendo el indispensable bob, y algunas prendas de punto y pantalones cortos vintage.

“Empezamos con los archivos para crear una colección nueva entre pasado y futuro, con el equilibrio justo entre deporte y moda, jugando también con influencias más de los noventa que de los setenta”, nos explicaban los directores creativos Antonino Ingrasciotta y Josef Graesel, que previamente estuvieron a cargo del estilo de Adidas Original durante siete años y cuentan con 25 años de experiencia en la moda.

Llegados a Fila en 2017, empezaron trabajando en las colecciones cápsula. “La idea es elevar la marca, yendo desde la parte sportswear al Premium Luxury. Hemos traído una parte de la producción de Italia. Con el mismo espíritu hicimos una colección cápsula para Fendi, jugando con la F de Fila y de Fendi, que saldrá en octubre », decían.

“De hecho, todo surgió a partir de la colección que hicimos en 2016 con el diseñador ruso Gosha Rubchinskiy, cuando vino a desfilar en Pitti Uomo. Allí hubo una verdadera explosión, que nos ha animado a continuar por este camino con otros estilistas y sobre todo nos ha reforzado en el sector de la moda”, indicaba a FashionNetwork.com Barbara Mora, la directora de marketing mundial de Fila.

“Este desfile es como una ventana para explicar qué es Fila con una colección que habla de la marca de 360 grados. Antes de ser comprada por los coreanos, Fila había cambiado de propietarios múltiples veces y estaba un poco perdida. Los consumidores eran también de mayor edad. Este foco en la moda nos permite acercarnos a un blanco más joven”, concluía ella.

Con el show y su intrusión en la Fashion Week de Milán, Fila fue a por todas, aprovechando la ocasión para presentar una bonita retrospectiva en la marca, que tuvo lugar a lo largo de la semana en La Triennale. La ocasión perfecta para el público de descubrir o rememorar con nostalgia grandes momentos deportivos a través de camisetas de estrellas del tenis de los años setenta como Guillermo Vilas y Björn Borg, o de campeones de los ochenta como Boris Becker, pero también de esquiadores como Alberto Tomba, entre otros.

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