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Diesel muestra un desfile de moda superlativo en Milán
La cuenta atrás está en marcha. ¡Cinco, cuatro, tres, dos, uno! Suena una sirena. El abarrotado palacio deportivo Allianz Cloud de Milán contiene la respiración. El show puede comenzar, ofreciendo, como había prometido Diesel, "un desfile de moda verdaderamente democrático" a los casi 5000 espectadores, entre los equipos de la empresa, los estudiantes de las escuelas de moda y, sobre todo, los 3000 invitados del público en general, que habían venido a descubrir el miércoles la colección primavera-verano 2023 de la famosa marca italiana de jeans.
Los primeros modelos irrumpieron en la pista a toda velocidad, sorteando a los gigantescos muñecos hinchables (la mayor estructura hinchable del mundo, según la casa), que cayeron al centro del escenario, extendiendo sus brazos y piernas como desproporcionados tentáculos hacia las gradas. Las siluetas parecen casi diminutas, formando la nueva y genial tribu de Diesel.
La elaborada colección hace un repaso a las mil y una formas de vestir el denim y, sobre todo, a las innumerables posibilidades que ofrece el denim a través de todo tipo de tratamientos, lavados, tintes, estampados especiales, efectos de textura y acabados. La paleta va de un azul ceniza descolorido a un blanco amarillento, pasando por las notas más oscuras del gris, el negro y el marrón, antes de explotar en naranja y rosa brillantes.
No faltaron los pantalones, chaquetas, tops, minifaldas y maxifaldas, grandes bonetes, chaquetas, pero también trajes, leggings y suéteres e incluso botas vaqueras y de tacón de aguja (¡con bolsillos!), estrictamente en denim. El director artístico, Glenn Martens, toma el vestuario de la temporada pasada y lo amplía a un nuevo nivel con un virtuoso toque de locura.
Las prendas están llenas de detalles y descubrimientos, como los vestidos en jean tratados a la manera del terciopelo devorado, ampliados con un efecto de bordado en un velo de organza transparente, o este abrigo en denim de amplio escote, cuyos bordes de flecos tupidos recuerdan los bordes de piel de los abrigos glamurosos. En otros lugares, los conjuntos se cortan completamente con un cúter, formando finas tiras entre las costuras de la prenda, ofreciendo una versión ultra-chic del denim rasgado.
En Diesel, el diseñador belga sigue experimentando, algo que considera muy importante y por lo que su marca Y/Project es famosa. No tiene igual para jugar con las construcciones más inesperadas. Por ejemplo, presentó un abrigo hecho de 15 000 etiquetas Diesel envejecidas y cepilladas. Unos jeans se estiran hacia arriba como un corsé.
Los cuadrados de tela azul se ensamblan tal cual, dejando el exceso a lo largo de las mangas y las piernas, ondulando como volantes. El cinturón envuelve desde la cintura hasta el busto en un solo movimiento. A veces se enrolla en espiral alrededor de la parte superior del cuerpo para formar un top, mientras que una chaqueta larga con cinturón se convierte en una chaqueta con minifalda en trompe l'oeil.
"Glenn no es un estilista, es un modisto. Ha conseguido hacer algo totalmente nuevo al poner los 44 años de historia de Diesel en esta colección. Ha conseguido transformar nuestro ADN en algo extraordinario", afirmó entusiasmado Renzo Rosso, fundador de la marca y presidente del grupo de moda OTB, al margen del show.
"He pasado el testigo a una persona muy especial. Con él, la marca está viviendo un gran momento", sostuvo.
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