Vetements y la necesidad de apropiación del arte

"En realidad todo es apropiación. Y creo que sería bueno que fuésemos honestos al respecto. Vivimos en un mundo repleto de influencias, que existen para que se copien", explicaba Demna Gvasalia.

Todos los editores (y Courtney Love en primera fila) pusieron rumbo a París para presenciar este desfile, celebrado acertadamente en el interior del mercado Paul Bert, una madriguera de tiendas de antigüedades entre las que desfilaban los modelos. Y qué modelos, jóvenes rebeldes de su Georgia natal que pisaban con fuerza y se pavoneaban delante del público, amantes de la moda, divertidos, y a veces enfadados.

Los diseños consistían en composiciones bellas y extrañas, destacando camisetas estampadas de un modo bastante extravagante en las que se entrechocaban imágenes de edificios, caramelos e incluso de Marilyn Manson. Una sensación de refugiados o soldados que regresan con la ropa de camuflaje. Pantalones cargo y chaquetas de oficial llenas de agujeros cual colador de pasta. Parkas gigantes para las noches frías en ruta o para fiestas rave; de nuevo con una gran insignia de Vetements o con el nombre de la marca en el exterior. Todo acompañado por una colaboración con Reebok, que resultó en zapatillas de suela ancha y diseño hinchado.

“El reto era conseguir que todo pareciese antiguo de verdad. Y eso es algo muy difícil", comenta divertido el diseñador.

Esta fue la primera colección de Vetements desde que la empresa trasladara su sede a Suiza, y dejó clara la calidad del producto, aunque las prendas se fabriquen en Italia. Un estilo urbano muy sofisticado, aunque el desfile abrió con una falsa gran dama con un gran abrigo de nailon marrón, mangas jacquard azul y gafas de sol Jackie O. Pero lo más novedoso fueron las letras, palabras y frases desordenadas sobre camisetas oversize. En una de ellas se podía leer "Russia Don’t Mess with Me", a simple vista una referencia a la juventud del diseñador, ya que su familia se vio obligada a abandonar su región natal de Abjasia, en Georgia, tras la guerra con Rusia durante su infancia.

En efecto, volvía a hacer referencia a su propia juventud, soñando con cosas imposibles de conseguir en la antigua Unión Soviética, como una camiseta de Marilyn Manson.

“Se trataba de cortar en pedazos mis camisetas favoritas, pero acabamos añadiendo mensajes extraños, no estaba planeado, fue como una especie de obra del destino", explicaba Demna sonriendo desde una esquina del mercado de antigüedades.

Vetements y la necesidad de apropiación del arte

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