Laura Barros

San Salvador, 5 mar (EFE).- Los altos índices de violencia que sacuden El Salvador, donde se registra un promedio de 11 asesinatos al día, se convirtieron en la razón de ser de una empresa local que ofrece prendas blindadas "a la medida", que van desde camisetas hasta coquetas piezas femeninas.

"Nuestro lema es hacerlo a la medida y por pedido", declaró a Efe el representante comercial de la empresa ROP, René Orlando Pineda, quien aseguró que hace dos años que están en el mercado y desde entonces han visto aumentar de forma exponencial sus clientes.

Y aunque parezca que una empresa de este tipo no tiene mucho futuro en un nación de apenas 6,1 millones de habitantes y que geográficamente es el más pequeño de América, los 3.882 homicidios contabilizados en El Salvador entre el 1 enero y el 19 de diciembre del año pasado parecen justificar su presencia.

"Dada la situación que existe en El Salvador y en Centroamérica, y que especialmente los jóvenes son los más afectados, como padres empezamos a ingeniarnos a ver de qué manera podíamos inventar algo fuera de los chalecos militares blindados que no se notara y que no fuera tan atrayente para las otras personas, liviano, de menos peso, para que lo pueda usar la gente común", relató.

Pineda explicó que el negocio comenzó con la comercialización de piezas elaboradas en Colombia y que se distribuían en el país, pero con el tiempo vieron que necesitaban un producto ajustado a las necesidades del clima y el bolsillo de los salvadoreños.

"Empezamos a inventar primero con camisetas, porque el clima nuestro de Centroamérica o de El Salvador no es el mismo que tiene Suramérica ni México o el norte. Aquí es un clima muy húmedo y solo tenemos una estación, prácticamente solo es verano", sostuvo.

Aludió así a la mayor innovación y carta de presentación de esta empresa salvadoreña con sede en la ciudad de Sonsonate (oeste): una camiseta que puede usarse por debajo de las camisas o prendas formales, y que es común entre los hombres en este clima húmedo.

"Empezamos a hacer las otras prendas, que las combinamos con los trajes de campaña; por ejemplo, chalecos de reporteros, que llevan un montón de bolsas (bolsillos), chalecos (...) y tenemos un estilo que se llama la 'wind bleaker jacket', la clásica, que es el estilo de una chaqueta militar", añadió, y destacó que las prendas oscilan entre los 1.500 y los 1.800 dólares.

También hay guayaberas y propuestas de chaquetas para mujeres. Incluso en su catálogo aparece una joven modelo que combina falda y botas con una moderna chaqueta con la que pasa desapercibido un blindaje contra pistolas calibre 9 milímetros, revólveres .44 Magnun, subametralladoras e incluso UZI de 9 milímetros.

Otro dato curioso es que la frase de "hecho a la medida" no es solamente un lema publicitario, pues, en efecto, el proceso se lleva a cabo a la antigua, con sastres y artesanos que trabajan en la confección de cada pieza, lo que las hace únicas.

"Si una persona quiere una prenda nuestra, le tomamos las medidas, tallas y todo, después se hace el patrón, luego volvemos a vernos con el cliente para probarle la prenda, para ver si no difiere de las medidas, y ahí le añadimos el blindaje, y se devuelve otra vez al sastre para que la termine", detalló Pineda, quien resaltó que sus artesanos y las telas que utilizan son nacionales.

Sobre sus clientes, Pineda señaló que hay alcaldes, otras autoridades locales, personal de seguridad, así como víctimas de amenazas de muerte o de extorsiones, lo que les genera una demanda mensual estimada entre 20 y 25 prendas.

"Los clientes que son amenazados de muerte, a esos les damos prioridad, y en segundo lugar están los clientes que son amenazados por extorsiones", agregó el empresario, al referirse a un delito sobre el que hubo 3.924 denuncias en 2010.

Admitió, sin embargo, que "como está la economía" no pueden permitirse el lujo de tener muchas prendas en existencia y se mantienen con productos exclusivos y que, a su juicio, son para casos de emergencia. EFE

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