Las potenciales adquisiciones crean agitación en el mercado de la moda

Las operaciones de fusión y adquisición en la industria de la moda parecen no tener fin. Después de que el fabricante de artículos de marroquinería italiano Piquardo anunciara su intención de adquirir Lancel, propiedad del grupo de lujo Richemont, y mientras las adquisiciones se siguen sucediendo, como los casos más recientes de Bally y Lanvin, salen a la luz dos nuevos acuerdos de adquisición que podrían cristalizarse en la industria próximamente.

El primero de los acuerdos sería la venta de la marca sueca de prêt-à-porter Acne Studios, que habría puesto a la venta la mayor parte de su capital. Según la información publicada por WWD, los cofundadores Jonny Johansson y Mikael Schiller habrían encomendado a Goldman Sachs la búsqueda de posibles compradores. Las negociaciones ya habrían comenzado y el proceso de venta debería iniciarse antes del verano. Al ser contactada al respecto, la casa ha indicado no estar a la venta.

La segunda transacción tendría que ver con Carven, marca adquirida en 2016 por Bluebell Group, el distribuidor asociado de la marca en Hong Kong y China, que ya tenía una participación minoritaria en el capital de la marca desde 2011. Según MF Fashion, la firma de inversión italiana liderada por Roberta Benaglia, Style Capital, estaría interesada en invertir en la casa.

Bluebell, cuya operación principal se encuentra en Asia y que está menos estructurada en Europa, podría tratar de apoyarse en un socio para expandirse aún más a nivel internacional. Según el diario italiano, Style Capital, que acaba de hacerse con un 32% de MSGM y posee las marcas Sundek y Forte Forte, también podría invertir en Stella McCartney, ya que la marca británica estaría analizando el futuro de su empresa conjunta con el grupo Kering.

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