La Rivera: La estrategia del fin

Por:

Tamara Gonzalez Litman

Publicado el
13 oct. 2016

Actualmente los propietarios de La Riviera, entre ellos Abdul Waked, han delegado a abogados tanto en Washington DC como en Colombia, para tratar de reversar la decisión del Departamento del Tesoro con la inclusión en la temida Lista Clinton y poder continuar operaciones así sea por medio de un fideicomiso. Sin embargo, ésta es solo la punta del iceberg. 

Si bien el problema principal de la cadena panameña de belleza y lujo fue la inclusión en la Lista Clinton, que ha dejado a las tiendas sin medios de pagos electrónicos y además ha motivado a muchos propietarios de locales a pedir el desalojo por parte de la panameña en Colombia por riesgos de vinculación, es la escasez de productos el mayor problema actual. 

Hace poco más de 4 meses, fuentes oficiales revelaron tener mercancía para poco más de un año. Sin embargo, los nuevos precios con descuentos por cuenta de la obligación de pagos en efectivo, han hecho que los inventarios bajen más rápido de lo presupuestado; tal y como lo informamos previamente, el inventario actual alcanzaría para máximo 6 meses más. 

Es en este punto donde radica el problema pues FashionNetwork.com conoció de primera mano durante la pasada edición de TFWA (Tax Free World Association) en Cannes, a principios de este mes, que las grandes marcas del mundo de la belleza no estarían dispuestas a renegociar con La Riviera, ni con otros grupos panameños, luego de la incertidumbre que vivenciaron al conocer las noticias de lavado de activos, contrabando e incluso financiamiento de guerra por parte de los propietarios del conglomerado. 

De las 105 tiendas de La Riviera en el país hoy quedan solo 50 en operación, de las cuales se espera un cierre paulatino y escalado, cerrando primeramente las tiendas de locales arrendados para terminar con las tiendas de locales propios, que normalmente son las más grandes en área.